Cómo correr un maratón puede financiar la cirugía que salva la vida de un niño
Cómo los maratones financian directamente operaciones que cambian vidas
Es increíble darse cuenta de que correr un maratón para financiar la cirugía que salva la vida de un niño es tan sencillo como poner un pie delante del otro. Cada Maratón Humanity Direct y ultramaratón convierte los kilómetros en medicina, transformando tu esfuerzo físico en asistencia sanitaria tangible para un niño que necesita una operación urgente.
Convertir los kilómetros en donaciones médicas
Cuando participe en un Evento de Humanity Directno sólo corres por caridad, sino por un niño concreto. Tu recaudación se destina directamente a la operación de ese niño, cubriendo 100% de los costes médicos de principio a fin.
Los fondos que recaudas sufragan el tratamiento hospitalario, la medicación y los cuidados postoperatorios. Es un proceso totalmente transparente que te muestra el impacto real de tu carrera.

Historias reales de vidas cambiadas
Cada año, nuestros maratonianos financian docenas de operaciones. Un participante recaudó 650 libras para pagar una operación de cataratas que devolvió la vista a una niña. La recaudación de otro corredor permitió reparar una hernia a un niño, dándole la oportunidad de volver a jugar sin dolor.
Cuando cruces la línea de meta, sabrás que cada kilómetro ha contribuido a financiar la operación que ha salvado la vida de un niño. Esa conexión -entre tu resistencia y la recuperación de un niño- hace que los eventos de Humanity Direct sean realmente especiales.
Cómo participar
Empezar es muy sencillo:
- Elige tu maratón o ultramaratón Humanity Direct.
- Cree su página de recaudación de fondos en línea y comparta la historia del niño elegido.
- Invita a amigos y familiares a que te apadrinen.
Tus seguidores podrán ver al niño por el que corres, seguir su recorrido y celebrar la diferencia que marcan tus kilómetros.
Por qué es importante
Cada paso que das se convierte en algo extraordinario, una donación médica directa. El hecho de que correr un maratón pueda financiar una operación para salvar la vida de un niño es la prueba de que la compasión y la resistencia pueden ir de la mano. No se corre sólo para mantenerse en forma, se corre para salvar una vida.