
La lucha por ver
Muchos de nosotros experimentamos ese momento en el que las cosas parecen un poco borrosas, nos cuesta leer los ingredientes de un paquete o entrecerramos los ojos ante una pantalla, el síntoma revelador de que necesitamos gafas.
Para los niños donde trabajamos, ese momento puede tener consecuencias devastadoras. Muchas de las escuelas que visitamos tienen poca o ninguna electricidad, por lo que las aulas pueden estar a oscuras, con pizarras desgastadas, clases abarrotadas y libros de texto que hay que compartir, todo lo que pone a prueba la vista.
Al no poder ocuparse adecuadamente de sus estudios, los niños pueden retrasarse fácilmente, suspender los exámenes e inevitablemente abandonar la escuela con pocas esperanzas de encontrar empleo. Es un camino sorprendentemente fácil hacia la pobreza.
Un informe del Índice de Desarrollo Exterior (ODI) afirmó que no tener unas gafas "puede encerrar a los niños en una vida de desventajas".
Grandes problemas, soluciones sencillas

448 millones de niños en todo el mundo tienen defectos de refracción, problemas de visión que podrían tratarse fácilmente con un acceso oportuno a una atención oftalmológica de calidad. La cifra es tan importante (informes recientes sugieren que en 2050 la mitad del mundo necesitará gafas, la mayoría en países de renta baja y media) que repercutirá fácilmente en las perspectivas económicas de un país.
Aunque el número de personas con problemas de visión tiene graves consecuencias tanto a nivel personal como mundial, la solución es sencilla: unas gafas.
Desde que pusimos en marcha Glasses for Classes, Betty y Sylvia, que dirigen nuestras clínicas oftalmológicas, han examinado miles de ojos, ayudando a identificar a los niños que necesitan gafas o cirugía ocular.
La revisión ocular es la primera vez que muchos alumnos se someten a una revisión ocular. Trabajando en las escuelas (cubrimos distrito por distrito, escuela por escuela) podemos examinar a un enorme número de niños e identificar afecciones oculares lo antes posible.
A los niños con peor vista que tienen dificultades para leer a través de la tabla se les miden las lentes y las monturas. No solo podemos detectar a los niños que necesitan gafas, sino también a los que padecen enfermedades más graves, como cataratas y glaucoma, que pueden causar ceguera irreversible si no se tratan.
Las gafas se fabrican gratuitamente en el Reino Unido gracias a un óptico jubilado y voluntarios que utilizan monturas y lentes donadas. Actualmente es la opción más barata. También nos ocupamos de la cirugía ocular en caso necesario.
Gafas para las clases
A Wisdom, de 13 años, le costaba ver bien y le preocupaba no poder ver lo suficiente para estudiar para los exámenes. Un examen ocular le diagnosticó miopía y pudimos proporcionarle unas gafas para que pudiera ver lo necesario para estudiar.
dijo Wisdom: "Ahora puedo leer la pizarra y mis libros. Espero que me ayude en mi aprendizaje".
Nuestra visión de futuro
A medida que avanza el reloj hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, está claro que el acceso a una atención oftalmológica oportuna es crucial, especialmente si se quieren alcanzar los objetivos de No a la Pobreza (1), Buena Salud y Bienestar (2) Educación de Calidad (3), Igualdad de Género (5) y Trabajo Decente y Crecimiento Económico (8).
En los próximos meses trabajaremos duro, realizando pruebas oftalmológicas y entregando gafas a miles de niños para que puedan tener el futuro más claro y brillante que se merecen.
Ayúdenos a entregar aún más pares de gafas donando aquí.